Descubre la esencia de los barrios y la gastronomía en València

Gastronomía ‘made in Valencia’

La oferta gastronómica valenciana permite probar desde los platos más conocidos, como la paella, hasta tradiciones como el ‘esmorzaret’, sin olvidar una amplia variedad de propuestas internacionales.

Valencia es a la paella lo que Roma es al Coliseo, pero basta con pasear por sus calles para darse cuenta de que no solo de arroz vive esta ciudad, donde puedes disfrutar desde el desayuno a la cena de una oferta gastronómica diversa con un elemento en común: el buen producto.

El arroz de la Albufera, las verduras de la huerta y el pescado del Mediterrá- neo son el sancta sanctorum de la gastronomía valenciana, donde la frescura de las materias primas es un principio irrenunciable para unos platos que son el reflejo del crisol de civilizaciones y culturas de la ciudad.

Para conocer la esencia valenciana lo mejor es pasearse por sus fogones empezando por la indispensable paella valenciana, que hay que comer cuanto más cerca de la huerta mejor, para luego seguir con sus arroces melosos y fideuas de marisco, que saben mejor junto a la orilla de mar, donde tampoco
podemos dejar de disfrutar de joyas como las ‘clotxinas’, un pequeño mejillón con gran sabor que sólo se come los meses con “R”.

El calendario también es una buena guía para organizar nuestra ruta gas- tronómica por Valencia, y así el ‘putxero’ de Navidad, les ‘mandonguilles’ de bacalao, la titaina y el esgarraet en Semana Santa o el arroz al horno en Pascua son platos de toda la vida que también han evolucionado en las cocinas de los chefs más internacionales que han encontrado en Valencia un escaparate al mundo.

A los valencianos les gusta disfrutar de la buena mesa en compañía y a cualquier hora del día, y este es uno de los motivos por los que el almuerzo valenciano o ‘esmorzaret’ ha ganado tantos adeptos en los últimos años. Un bocadillo con un buen pan, olivas y cacahuetes es la base y el buen producto, una vez más, el secreto.

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Vida Nocturna y tardeo

La fiesta valenciana es uno de esos lugares comunes que el visitante quiere conocer cuando visita esta ciudad que se vive en la calle, a través de sus fiestas tradicionales más conocidas, las Fallas, pero también el resto del año a través de una de sus imágenes más icónicas: las terrazas.

La terraza es ese espacio que sirve de escaparate para ver y ser visto, el lugar más disputado en los locales de moda y, sobre todo, el eje central sobre el que gira uno de los fenómenos más en alza en los últimos años en Valencia: el tardeo, o lo que es lo mismo: cuando la juerga empieza por la tarde.

El sol empieza a caer y lugares como el Mercado de Colón, las calles aledañas a la Gran Vía Marqués del Turia o la Alameda se llenan de auténticos templos de la coctelería, donde los locales cuidan hasta el más mínimo deta- lle, llenando sus mesas de copas con los más exclusivos licores y que se acompañan con aperitivos dulces o salados, que dan el toque final para crear el bodegón perfecto a compartir en redes sociales o enviar a ese grupo de amigos a los que se quiere invitar a sumarse al plan.

Las vinotecas más selectas o algunos clubes, que abren sus puertas antes de ponerse el sol, completan una oferta que también puede disfrutarse en las estrechas callejuelas y las plazas adoquinadas del casco antiguo o de barrios más bohemios como Ruzafa o el Cabañal, escenarios todos ellos de esta forma de afrontar el atardecer con un espíritu de nocturnidad y alevosía, reflejo del espíritu festero de los valencianos, a los que la noche se les queda corta.

De compras

Ir de compras en Valencia es una expe- riencia única, ya sea recorriendo sus mercados de productos frescos, sus tiendas gourmet o las boutiques más exclusivas, en las que las marcas más internacionales comparten espacio con firmas ‘made in Valencia’.

Mercados
El Mercado Central, el de Ruzafa o el del Cabañal son los que más nombre tienen, pero la ciudad también tiene otros espacios más pequeños donde la alimentación se combina con la gastronomía, como el Mercado de Mosen Sorell. Los colores y los aromas de la huerta y el mar inundan los puestos, donde las vendedoras son auténticas artistas piropeando a sus clientes.

Comida y bebida
Los vinos valencianos y las cervezas artesanales son dos productos que no te puedes perder, pero también debes acercarte a sus pastelerías a conocer una gran variedad de panes y dulces como la coca de llanda o los fartons. La horchata es la bebida refrescante por antonomasia en Valencia.

Artesanía
La proximidad de Valencia con la localidad de Manises, cuna de la cerámica, hace que se puedan encontrar piezas de extraordinaria calidad. .

Diseño y moda
Valencia ha sido Capital Mundial del Diseño y eso se nota en las tiendas de diseñadores reconocidos internacionalmente.

Muebles y antigüedades
Lámparas imposibles, sofás infinitos o mesas para una buena sobremesa son algunas de las maravillas que puedes encontrar en las tiendas de la ciudad, donde se encuentran lo más granado de las firmas de mobiliario.

Viajar con niños

El clima, lo amable de su orografía y el incremento de espacios peatonales hace de Valencia un lugar ideal para visitar con niños. La cercanía de la playa y la posibilidad de llevar a los más pequeños a pegarse un chapuzón en los días más calurosos es otro de los motivos que la convierten en un destino kidfriendly.

Parques y jardines
El antiguo cauce del río Turia es ahora un espacio de nueve kilómetros de zonas verdes, carriles bici y parques, entre ellos destaca el parque Gulliver, una reproducción del mítico personaje con una superficie de 70 metros a la que se puede acceder a través de rampas y toboganes. Los Jardines de Viveros son otros de los espacios verdes que hay que visitar, cuenta en su interior con el Museo de Ciencias Naturales y con un parque de educación vial que hará las delicias de los pequeños.

Diversión interactiva
El Museo de las Ciencias Príncipe Feli- pe es una muy buena opción para que los niños experimenten por si mismos, además cuenta con espacio de construcciones gigantes que les encantará. El Bioparc es otro lugar que los amantes de los animales no se pueden perder. Este zoológico con espacios abiertos cuenta con un recorrido para caminar entre lemures y un espectáculo con aves que os dejará con la boca abierta. L’Oceanogràfic, que es el acuario de la ciudad, también merece una visita para conocer a los delfines o a los simpáticos pingüinos.

Arte e inspiración
Valencia también cuenta con museos pensados para los más pequeños, y uno de ellos es L’Iber o el Museo de los Soldaditos de Plomo. Ubicado en la primera planta de una antigua casa señorial del casco antiguo, reúne más de 95.000 piezas. El Centro Cultural la Beneficencia o el Centro Cultural del Carmen son espacios ideales para visitar con niños, sobre todo los fines de semana cuando realizan gran cantidad de talleres para todas las edades.

“El parque Gulliver es una reproducción del mítico personaje con 70 metros de rampas y toboganes”

Barrios

EL ENSANCHE Y RUZAFA
El Ensanche es el espacio comercial por excelencia de la ciudad y donde puedes encontrar todo tipo de tiendas, mientras que en Ruzafa se dan cita los locales más alternativos, por eso le llaman ‘el soho’ valenciano, el lugar más bohemio de la ciudad .

Mercado de Colón
Lo que antaño fue un mercado, hoy alberga bares y restaurantes. El edificio fue proyectado por el arquitecto Francisco Mora a principios del pasado siglo XX, y es una de las obras más representativas del modernismo valenciano, además de contar con la consideración de Monumento Nacional.

Estación del Norte
Otra joya modernista es la estación de ferrocarriles. Diseñada por el arquitecto Demetrio Ribes. Imprescindible, además de admirar su fachada, pasear por el vestíbulo, donde se pueden apreciar preciosos mosaicos que homenajean la cultura y tradiciones valencianas.

Mercado de Ruzafa
El edificio es más modesto que el del Mercado Central, pero no tiene nada que envidiarle en la calidad y la variedad de sus productos. Menos conocido, es muy recomendable para ver la vida diaria del barrio.

Parque Central
Es uno de los espacios verdes más nuevos de la ciudad. Ubicado entre los barrios de Ruzafa y Malilla, parte de un proyecto para soterrar las antiguas vías del tren, y cuenta con más de 100.000 metros cuadrados de terreno en los que pasear o hacer un pic nic.

ALAMEDA Y EL CAUCE DEL RÍO
La mejor forma de conocer esta zona es a través del Jardín del Antiguo Cauce del Río Turia, el considerado pulmón verde de Valencia, y que se puede recorrer caminando o bien en bicicleta.

Jardín del Túria

Desde el Parque de Cabecera hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias nos encontramos con más de 9 kilómetros de espacios verdes. La ciudad sufrió una riada en 1957 que obligó a desviar el cauce que se ha convertido en uno de los parques más grandes de Europa.

Jardines de Viveros
Los también conocidos como Jardines del Real son unos de los más antiguos de la ciudad. Destacan por su extensión y su bella jardinería y son espacio para numerosas actividades culturales, como la Feria del Libro o los conciertos de la Feria de Julio.

Museo de Bellas Artes
Este edificio histórico, que en su día fue el Colegio Seminario San Pio V, acoge la segunda pinacoteca más importante de España y en sus paredes cuenta con obras de Murillo, Velázquez, El Greco y Goya, y también realiza un reconoci- miento específico por pintores valen- cianos como Joan de Joanes, Sorrolla o Pinazo.

Ciudad de las Artes y las Ciencias
Este complejo arquitectónico diseñado por Santiago Calatrava acoge un complejo de ocio científico y cultural, que se completa con el Oceanogràfic un espacio dedicado a las ciencias marinas, en el que se pueden encontrar cerca de 45.000 ejemplares de 500 especies diferentes.

PLAYAS Y BARRIO DEL CABANYAL
Las playas de las Arenas y la Malvarrosa cuentan con numerosos bares donde tomar algo mientras disfrutas de la luz que inspiró a Sorolla en sus pinturas.  El barrio de el Cabañal es un antiguo barrio de pescadores con un valor arquitectónico inconmensurable.

Playas de Arenas y Malvarrosa
Son las dos playas urbanas de la ciudad de Valencia y unidas representan más de 2 kilómetros de arena fina que acoge tanto a visitantes como a locales durante prácticamente todo el año gracias al clima templado. Es fácil llegar a ellas en transporte público o bici y cuentan con todos los servicios para un baño seguro.

Paseo Marítimo y Paseo de Neptuno
El primero es el que discurre a la orilla del mar, mientras que el segundo se encuentra en la zona de restaurantes que hay junto al puerto. Ambos son una excelente opción para disfrutar de la brisa marina mientras se toma algo en algunas de sus cafeterías.

La Marina
Este espacio ocupa lo que era el antiguo puerto de la ciudad, y ahora se ha convertido en un espacio público que se ha consolidado como un espacio en el que convive la cultura, la formación y el emprendimiento, ya que muchas empresas tecnológicas tienen allí su sede. En la dársena conviven edificios históricos como los tinglados o el edificio del reloj, con propuestas arquitectónicas vanguardistas, como el Veles e Vents.

El Cabanyal-Canyamelar
Este antiguo barrio de marineros, que en su día tuvo incluso la consideración de pueblo, se ha convertido en los últimos años en uno de los sitios más de moda de la ciudad. La combinación de la tradición con la modernidad de muchos locales de restauración que están abriendo aquí sus puertas, lo convierte en un lugar imprescindible.

PARQUE NATURAL DE LA ALBUFERA
Este espacio, a tan solo a 10 kilómetros de Valencia, está formado por playas salvajes rodeadas de pinadas, arrozales y un gran lago de agua dulce, l’Albufera, que puede recorrerse en una de las tradicionales barcas, que todavía se usan para pescar.

Albufera
Recorrer en barca el lago es una manera estupenda de conocer la rica avifauna de la zona, y además se puede disfrutar de un maravilloso atardecer en una de las barcas tradicionales, conocidas como albuferencs. Existe la opción de reservar excursiones que combinan un paseo en barca con una visita a una barraca, vivienda típica de la zona.

El Saler
La Devesa de El Saler reúne amplias zonas de pinares y una playa de dunas arenosas, que recibe muchas visitas durante el fin de semana y en época de verano. La carretera que lleva hasta allí discurre entre los numerosos campos de arroz que rodean este lugar.

El Palmar
Esta pequeña pedanía de no más de 800 habitantes, se encuentra en el corazón del Parque Natural de l’Albufera. Se accede a ella a través de un puente que la conecta con el resto del territorio, y ofrece una gran variedad de lugares donde comer los platos típicos de la zona.